Doce perlas para la Virgen del Rocío

Doce perlas que son doce peticiones que ponemos entre sus manos abiertas que se adelantan hacia nosotros; doce motivos por los que damos gracias a Dios a través de su Madre; doce alabanzas que engarzamos en su corona de devoción, en el resplandor de amores con el que tantos malagueños y victorianos han adornado y siguen adornando a la Virgen del Rocío. Este es nuestro regalo con motivo de la coronación canónica de María Santísima del Rocío.

Es costumbre ofrecer un presente, un testimonio de devoción y un signo de adhesión al gesto con ocasión de la coronación canónica de una imagen de la Santísima Virgen. Así lo hemos hecho en las coronaciones anteriores y así lo hemos hecho también ahora, cuando falta un mes para que la Virgen del Rocío alcance este reconocimiento por parte de la Iglesia de que es objeto especial de veneración. foco de devoción.

Nuestra ofrenda, como ya dijimos, ha consistido en el regalo conjunto que hemos realizado con la Cofradía hermana de la Humildad y que consiste en las doce perlas del halo con el que la Virgen va a ser coronada. Pero lo más significativo, lo más importante para nosotros, es el sentido de la ofrenda y la oración que acompaña a cada una de las mismas.

Al finalizar la Eucaristía celebrada en la iglesia de San Lázaro el miércoles 12 de agosto, tuvimos la ocasión de compartir la oración con los cientos de cofrades asistentes, de la propia Hermandad y de otras Cofradías que acudieron igualmente a realizar su ofrenda a la Virgen del Rocío, contando con una representación numerosa de cofrades del Amor y la Caridad. Leímos y rezamos nuestro texto y lo entregamos a la Hermandad en una preciosa encuadernación junto con las perlas y un cuadro conmemorativo de la ofrenda. Fue un momento que guardaremos en la memoria con todo nuestro cariño.

Aquí dejamos la oración que, junto a los Cofrades de la Humildad, dedicamos a la que va a ser coronada canónicamente el doce de septiembre.

 

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