Con motivo del Santo Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco y que dará comienzo el próximo 8 de Diciembre con la apertura de la puerta santa, la Cofradía del Amor y la Caridad, como ya es habitual propone a todos sus hermanos un lema para poder trabajar durante todo el curso:

La extraordinaria alegría de ser instrumentos de la misericordia de Dios.

Dicha frase pertenece al Papa Francisco en el mensaje que dirigía el pasado 15 de Agosto de 2015, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, a los jóvenes convocándolos para la XXXI Jornadas Mundiales de la Juventud.

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                “En dicho mensaje el Santo Padre decía lo siguiente: La Palabra de Dios nos enseña que «la felicidad está más en dar que en recibir» (Hch 20,35). Precisamente por este motivo la quinta Bienaventuranza declara felices a los misericordiosos. Sabemos que es el Señor quien nos ha amado primero. Pero sólo seremos de verdad bienaventurados, felices, cuando entremos en la lógica divina del don, del amor gratuito, si descubrimos que Dios nos ha amado infinitamente para hacernos capaces de amar como Él, sin medida. Como dice San Juan: «Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. […] Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros» (1 Jn 4,7-11).

A mí siempre me gusta asociar las Bienaventuranzas con el capítulo 25 de Mateo, cuando Jesús nos presenta las obras de misericordia y dice que en base a ellas seremos juzgados. Les invito por ello a descubrir de nuevo las obras de misericordia corporales: dar de comer a los hambrientos, dar de beber a los sedientos, vestir a los desnudos, acoger al extranjero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: aconsejar a los que dudan, enseñar a los ignorantes, advertir a los pecadores, consolar a los afligidos, perdonar las ofensas, soportar pacientemente a las personas molestas, rezar a Dios por los vivos y los difuntos. Como ven, la misericordia no es “buenísimo”, ni un mero sentimentalismo. Aquí se demuestra la autenticidad de nuestro ser discípulos de Jesús, de nuestra credibilidad como cristianos en el mundo de hoy.”

Con dicho lema esta Hermandad pretende trabajar a lo largo del año tanto la misericordia como seguir recepcionando el gran texto del Papa Francisco “Evangelii Gaudium”, ambas prioridades pastorales de nuestra Diócesis. Las charlas de formación, los momentos de celebración y oración, así como los mismos cultos externos (via crucis, procesíon del Viernes Santo) girarán en torno a estos dos temas: la misericordia y la alegría.

LEMAS

Desde hace ya bastantes años esta Cofradía instaura un lema cada curso para así por ir desarrollando su contenido a lo largo del año. Estos han sido lo siguientes: